miércoles, 24 de noviembre de 2010

Comunicado de Ángel Gimeno Marín


Comunicado emitido por el socialista Ángel Gimeno Marín, autoproclamado "candidato" por la FSM para competir con Tomás Gómez y Trinidad Jiménez por la candidatura a las autonómicas madrileñas, que no logró los avales necesarios y que ha decidido abandonar el PSOE después de más de 30 años de militancia. Gimeno era miembro del Comité Regional por la Agrupación de Fuencarral (Madrid).


COMUNICADO

"Fue un deseo utópico intentar cambiar el Partido Socialista de Madrid, de los Zerolo, Segovia, Tomás Gómez, Barranco, Trinidad Rollán, Lissavetsky, etc., al igual que el PSOE de Zapatero, Alonso, Pajín, Valenciano, Aído y tantos otros, pero mereció la pena.
Hoy lo tengo muy claro. Hay que ayudar a cualquiera que pueda sacar a Zapatero de la Moncloa, llámense PP, UPyD o IU.
Me voy con la conciencia tranquila, tras haber intentado aportar catarsis a un Partido en el que la mediocridad se ha instalado tanto en su cúpula como en toda la organización y en el que nadie denuncia que Zapatero se ha cargado el trabajo de los españoles a lo largo de cuarenta años.

El Sistema Político Español no puede sostenerse al haber entrado en quiebra todas y cada una de sus instituciones.
Nos hemos cargado el modelo productivo y el Estado de las Autonomías, la educación tiene perfiles tercermundistas, el Estado del Bienestar corre serio peligro y la partitocracia se ha convertido en el peor enemigo de los españoles.
El pésimo nivel de nuestros políticos, con corrupción por todas partes, sumado al absentismo de la sociedad civil y la pérdida de todo tipo de valores, pintan un horizonte negro como en ningún país europeo.
Hay que empezar un nuevo ciclo de nuestra vida política y económica antes de que sea demasiado tarde.

Habría que someter a Zapatero a un proceso de impeachment, pues existen mayores motivos que los aducidos en EEUU contra Nixon.
Si Zapatero está enfermo, o presenta graves síntomas de estar enfermo, no puede continuar al frente del Gobierno, porque ha debilitado la unidad nacional, hace el ridículo con su política exterior y cada vez que habla en el exterior, es mayor el desprestigio de España.
Confunde un grupo cualificado, como, por ejemplo, el G-20, con un mitin en cualquier pueblo de España.
No podemos permitir que un sentimiento de impotencia ante una pésima forma de gobernar hipoteque nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Hay que cambiar todo de nuevo, especialmente nuestra forma de participar en la vida política.
Hace falta crear la masa crítica política suficiente para reformar y regenerar nuestras instituciones cambiando nuestra forma de vivir, de trabajar y defender nuestros legítimos intereses.
Hace falta salir a todas las calles en manifestaciones pacíficas a lo Gandhi, con un fin claro: acabar, con métodos democráticos, con el Sistema Político que nos dimos en la Transición y empezar de nuevo a regenerar España.

El PSOE, en su actual configuración, debe entrar en el cementerio de los Partidos Políticos cuanto antes.
Todas las ideas que un día pudo tener el Partido Socialista han muerto tras el terremoto de la mundialización. Como lo único que entienden sus cargos, es vivir de la política sin querer ver la destrucción de España como nación y el inicio de otro largo periodo de decadencia, hay que reducir su presencia en la vida política aprovechando todos los procesos electorales

El proceso de elección de los militantes menos cualificados a los más altos cargos del Partido y del Gobierno, dirigen inevitablemente al PSOE, con Zapatero al frente, al cementerio de los Partidos Políticos saturado de tumbas dónde duermen el sueño eterno organizaciones políticas que en los dos últimos siglos ilusionaron a pueblos enteros y hoy no los recuerda nadie.
¿Qué queda del comunismo, del anarquismo, de los partidos radicales? ¿Qué quedará del PSOE tras la dirección de Zapatero? Posiblemente, nada más que un Partido residual, que irá, lenta, pero, progresivamente, cediendo su protagonismo a cualquier otra iniciativa política de nuevo cuño, hasta llegar a su desaparición. Sé que resulta difícil imaginarlo, pero solo hay que volver la vista a la trayectoria seguida por el PCE.
La razón de la desaparición virtual del Partido Comunista, no fue otra que la concatenación de nefastos dirigentes, a partir de la retirada de Santiago Carrillo y no existir, dentro del aparato del Partido, mecanismo alguno que permitiese la oposición al mandamás de turno.

Falsedades, engaños y políticas obsoletas
Por sus engaños y falsedades, por la renuncia a defender los intereses de sus votantes, por su travestismo, por desconocer y no intentar comprender la realidad, el socialismo español camina a su desaparición en el momento en el que el capitalismo ofrece su peor cara.
En la peor crisis económica de los últimos cien años, en vez de afrontarla y combatirla con planteamientos críticos, se ha dedicado a desarrollar un programa económico impuesto por los mercados financieros, que ha complementado con un programa social y de cambio de nuestras costumbres, calcado del Libro Blanco del Gran Oriente Francés.
Esta desconexión con la realidad, unida a una navegación sin brújula, sin nadie preparado al frente del Partido y del Gobierno, conduce al PSOE, sin remisión, al cementerio de los partidos políticos que terminaron sin ideario, sin doctrina, sin orientación política alguna, pero, sobre todo, sin ninguna identidad.
Lo peor es que se está incubando un volcán de ira y violencia en la sociedad española al igual que sucedió hace noventa años. No debemos permitirlo, sin intentar evitarlo.

La socialdemocracia europea y el PSOE están condenados, por éste camino, a desaparecer, quedándose Europa a merced de los vaivenes de los mercados financieros, es decir, como digo, la peor cara del capitalismo.
En 2002 había en Europa quince gobiernos socialdemócratas. Tras las próximas elecciones generales en Portugal, Grecia y España, no quedará ninguno.
Han sido incapaces de responder a la crisis económica y lo que es peor, se han hundido en el descrédito popular al aplicar los programas de austeridad decididos por los mercados financieros y la Unión Europea.

La conversión de Zapatero al socialiberalismo, impulsando las privatizaciones, reduciendo los presupuestos a costa del bienestar de los ciudadanos, destinando recursos a la salvación de bancos quebrados, reduciendo salarios a los funcionarios, congelando las pensiones, preparando el aumento de la edad de jubilación y sobre todo aumentando las desigualdades y la precariedad de los ciudadanos, conducen al PSOE y a España a un callejón sin salida.
Resulta dramático que haya sido, precisamente, el Partido Socialista quien ha vulnerado los Pactos de Toledo, uno, sin duda, de los mayores logros sociales del sistema Político español, en su historia.
No es de recibo que el PSOE no sepa dirigirse a millones de ciudadanos en paro víctimas de la mundialización.
Es incomprensible que no busque soluciones a las multitudes de obreros desechados por las brutalidades del mundo post-industrial, que no se preocupe por los excluidos, milieuristas y jubilados en plena edad activa.
Es inadmisible que no hable, tan siquiera, de ese 43% de jóvenes menores de 25 años que no encuentran trabajo, ni de las ayer clases medias, hoy amenazadas por la miseria.

La socialdemocracia es la única culpable de que sus electores le den la espalda.
Hasta mediados de los 80 cada vez que el capitalismo avanzaba, los socialistas, apoyados por partidos de izquierda y sindicatos, daban respuestas originales mejorando la enseñanza, la sanidad, derecho a un empleo, Seguridad social, Estado social, Estado de bienestar...
Hoy día ya no queda lo más mínimo de aquella imaginación. La utopía social ha desaparecido de sus pensamientos.
En la mente de los dirigentes socialistas, al igual que en la de sus electores, impera el consumismo, así como el deseo de enriquecerse lo antes posible. No sólo no van a contracorriente, sino que incluso lo defienden mediante la publicidad y los medios de comunicación manipulándolos a su antojo.

Si hay algo que preocupa a los dirigentes socialistas, es como conservar su puesto y vivir a costa del Partido o de los Presupuestos.
El enchufismo y el intercambio de favores se han instalado entre la clase dirigente del Partido y los puestos de responsabilidad están, cada vez más, repletos de militantes sin preparación cuyo único historial profesional se circunscribe al propio Partido.

Ha sido tal su dejadez que ha permitido que hoy esté en peligro el Estado del Bienestar y que la sociedad empiece a sentir pánico cuando piensa en su futuro.
Para los europeos en general y para los españoles en particular la socialdemocracia está al final de su ciclo político.
No han entendido nada de lo que estaba pasando, luego difícilmente podían aportar soluciones a los graves problemas de los ciudadanos.

España tiene problemas superiores a muchos países europeos, que no puede esperar a que se le resuelvan desde fuera.
España necesita un proceso de regeneración total, una nueva Constitución, un nuevo modelo productivo y un nuevo Estado del Bienestar.
El proceso a poner en marcha es más importante, si cabe, que el que se acometió en 1978, tras dotarnos de una nueva democracia.

La mediocridad de los dirigentes actuales del PSOE, con honrosas excepciones, les inhabilita para dirigir este proceso de transformaciones globales que hoy necesita España.
Continuar en el PSOE actual, es lastrar cualquier posibilidad de colaborar en la transformación de España.

Por eso me marcho. Me marcho sin acritud y sin rencor, pero con la conciencia tranquila, dejando a muchos amigos que desgraciadamente me comprenden, pero, o bien no están por librar esta dura y próxima batalla, o han decidido apostar por la seguridad económica del puesto en el Partido. Lo siento por ellos.

Saludos Socialistas.

Fdo.: Ángel Gimeno Marín
Miembro del Comité Regional del Partido Socialista de Madrid PSM-PSOE
Profesor, Economista, Matemático, Ingeniero Industrial, Empresario, Máster y PADE en Economía y Alta Dirección.
Ex Consejero de Economía y Hacienda de la Diputación General de Aragón.
http://www.angelgimeno.com/

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